DESARROLLO SOCIAL NORMAL DE LA ADOLESCENCIA DR. ARNOLD GESELL
El Dr. Arnold Gesell en su obra ‘‘Juventud: de los
años diez a los dieciséis’’ aporta el resultado de investigaciones
acerca de las leyes del desarrollo de la adolescencia.
Excepto en los casos de severas anormalidades
biológicas, las hembras y los varones llegan a la madurez sexual e intelectual
en los primeros años de la adolescencia y a la madurez física al final de ella.
Cada uno de estos procesos inevitables de maduración es independiente del
control personal; en consecuencia los verdaderos problemas de la adolescencia caen
dentro de las zonas de madurez social, emotiva, moral y económica. Cierta
maduración en estas zonas es también inevitable ya que las hormonas sexuales
desempeñan su papel en la determinación de la madurez de los intereses y las
actitudes del adolescente. En gran medida, es cuestión del mismo adolescente,
su familia, sus amigos, su escuela y su sociedad determinar si habrá o no de
llegar a ser un adulto total.
Progresos
del adolescente hacia el alcance de los ocho elementos de la edad adulta.
- Heterosexualidad. El adolescente debe primero generar un interés profundo en futuros
consortes. Después debe de concentrarse en una sola persona como conyugue.
El apego a los adultos, comenzando naturalmente con
los padres, es normal entre los niños hasta la edad de 8 ó 9 años. Después,
durante unos cuantos años los niños se sienten profundamente atraídos por otros
niños de su propia edad y sexo. Este estado homosexual es perfectamente normal.
Es necesaria la liberación gradual del niño de los lazos emotivos que les unen
a los padres y a los adultos que les reemplazcan. Se hace tan intensa que las
hembras y los varones de 11 o 12 años se evaden los unos a los otros tanto como
les es posible. La etapa siguiente del desarrollo sexual normal es un periodo
de ‘‘enamoramientos y desenamoramientos’’ con muchos miembros del sexo opuesto.
Esta transición o heterosexualidad puede producirse fácil y naturalmente si el
medio ambiente contiene un número crecido de adolescentes potenciales. Sin
embargo muchos factores pueden interponerse al desarrollo normal. Puede que el
adolescente sea demasiado tímido para establecer los contactos sociales
necesarios. Las hembras con profundo sentimiento de rivalidad en lo que se
refiere a los varones pueden muy bien verse imposibilitadas de enamorarse de
ellos. Los varones con fuerte atracción hacia sus
madres pueden verse incapacitados de amar a otra mujer hasta que sus madres
mueren y a veces ni siquiera entonces. Otros varones pueden abrigar demasiadas
sospechas en cuanto a las hembras para enamorarse de algunas de ellas. En tales
casos los varones y las hembras pueden regresar al amor homosexual. La etapa
final del desarrollo sexual normal ocurre cuando el objeto de amor, o la
persona que inspira el más profundo sentimiento de amor, se convierte en la
única persona de, poco o más o menos la misma edad pero de sexo opuesto. La
vinculación heterosexual permanente, después de un periodo de ‘‘tanteo’’, es la
señal de adultez sexual.
-Independencia
de la familia. El adolescente debe emanciparse gradualmente de sus
ligaduras y de su dependencia del hogar de los padres.
Por muchos años que tengan las personas siguen
siendo emocionalmente infantiles mientras salgan constantemente corriendo en
busca de sus padres solamente en demanda de asistencia y comprensión. El
verdadero adulto es aquel que se ha liberado totalmente de la tutela paterna,
ama a sus padres, considera sus deseos, toma sus propias decisiones y vive su
propia vida. Para que un adolescente se deshaga del apego de la niñez a la
autoridad paternal, los padres deben aprender a renunciar al control que han
estado ejerciendo durante una docena de años o más. Todo lo que se
haga por continuarlo resultara en adultos infantiles o muy rebeldes.
Son cuatro
zonas las principales dentro de las cuales pueden ayudar a los hijos
adolescentes a progresar hacia la madurez independiente, a saber: pueden ir
aumentando gradualmente la asignación del adolescente para evitarle
la humillante, poco digna y resentida necesidad de tenerles que pedir
dinero. Pueden abstenerse de tratar de escogerles a
sus amigos. En cuanto sea posible, deben dejar que él mismo resuelva
susdificultades. Finalmente deben dejar que sea él quien libremente escoja su
propio conyugue o compañero. Cuando se ha establecido una
vinculación permanente llega el momento de cesar el control paternal.
-Madurez
emotiva. El adolescente debe pasar de formas infantiles a formas adultas
de expresión emotiva. Debe
aprender a no huir de la realidad. Debe de sustituir con reacciones
racionales las reacciones emotivas, al menos en situaciones en que se repiten.
Ciertas personas jamás crecen. Los que han crecido
son aquellos que no eluden las realidades y que no se encolerizan en
situaciones triviales. Han pasado de la edad de los temores a las iras
infantiles. Cada una de estas emociones tiene causas diferentes en edades
distintas. En los años iniciales de la niñez la ira resulta de
conflictos relacionados con la diaria rutina y el sentido de propiedad.
Las causas de la ira adolescente son principalmente
de tipo social, el adolescente siente ira en situaciones que lo hacen sentirse
ofendido, ridículo, avergonzado o turbado. Parece que el adulto se hace
irritable solo cuando se le ofende en un sentido de justicia. Los temores de la
niñez son generalmente de cosa materiales como la obscuridad, algunos animales,
las alturas y los ruidos extraños. Algunos de estos temores pueden persistir en
la adolescencia y hasta en la adultez. Generalmente sin embargo son
reemplazados por nuevos objetos. Así en los años primeros de la adolescencia
ambos sexos se preocupan más por las condiciones de la familia y en la escuela
que por la capacidad personal. Los problemas económicos y los problemas de la
salud. En la media adolescencia los diez motivos de ansiedades más
frecuentemente mencionados son: vida escolar, vida hogareña, relacionarse entre
hembras y varones, distracciones, amigos, opción vocacional, religión, salud,
ropas y dinero. Al final de la adolescencia las cuatro preocupaciones más
comunes son fracasar, herir los sentimientos de los demás, impresión que se
hace en los demás y no trabajar con empeño suficiente, todas ellas del tipo de
insuficiencia personal. Les siguen las preocupaciones acerca de
la religión, defectos físicos, llegar tarde, obligaciones familiares,
amigos y éxito en la vocación.
Se han comprobado los cambios en las formas de
expresar las emociones. La timidez, aumenta durante el periodo anterior y los
primeros años de la adolescencia y declina después de los 13 ó 14. Pelear
declina rápidamente de su punto culminante a los 7 y 8 años. Sin embargo,
impertinencia y melancolía aumentan durante la adolescencia. Entre adultos, la
expresión verbal de las emociones reemplaza casi por completo las otras formas
de expresión.
-Madurez
social. El adolescente debe aprender a llevarse y a trabajar bien con
los demás. Debe desarrollar seguridad en sí mismo en cuestiones de gusto. Debe
desarrollar tolerancia hacia las diferencias humanas.
El varón y la hembra adolescentes se dan cuenta
precisa de las relaciones y presiones sociales. Esta sensibilidad les hace
querer adaptarse a los gustos de su grupo. Reaccionan más rápido al prestigio
dentro de su propio grupo que a la mayoría de las formas de aprobación adulta;
son excesivamente leales a los demás miembros de su grupo y altamente críticos
a quienes no los son. Entre los valores positivos que se adquieren en la
participación de un grupo adolescente figuran la experiencia en conllevarse con
los demás, experiencia en artes sociales, práctica en la evaluación de otras
personas, sentimiento de lealtad y experiencia en hacer el amor en forma
limitada y controlada. El único resultado negativo parece ser la generación de
antagonismo hacia otros grupos. En general, el grupo parece ser una valiosa
unidad de sociedad. Puede hacer más por propiciar el desarrollo social normal
que padres y maestros conjuntamente.
Curso normal del desarrollo social desde la
aparición de la pubertad hasta el final de la adolescencia:
De: variedad e inestabilidad
Hacia: menos y más profundos intereses.
De: hablador, bullicioso, comportamiento audaz con
gran numero de todos los tipos de actividades.
Hacia: comportamiento adulto masculino y femenino
más digno y controlado.
De: persecución de la igualdad con alto respeto de
las normas de igualdad.
Hacia: manifestación de cuadros adultos de
cultura.
De: deseos de identificación con los grupos de
hembras y varones.
Hacia: identificación con grupos más pequeños y
escogidos.
De: considerar como factor sin importancia los
valores familiares en la selección de asociados.
Hacia: considerarlos importantes en la selección de
asociados.
De: actividades sociales informales como
fiestecitas.
Hacia: actividades sociales de una naturaleza más
formal, como bailes.
De: salidas raras con compañeros del sexo opuesto.
Hacia: salidas frecuentes con compañeros del sexo
opuesto y selección de un compañero permanente.
De: énfasis en el establecimiento de las relaciones
entre hembras y varones. Amistades temporales. Muchas amistades.
Hacia: creciente preocupación con los preparativos
para la propia vida adulta. Amistades duraderas. Menos pero más intimas
amistades.
De: disposición de aceptar actividades que brindan
la perspectiva de relaciones sociales.
Hacia: deseo de actividades de acuerdo con el
desarrollo del talento, vocación, intereses académicos o afición.
De: poco discernimiento en el comportamiento.
Hacia: discernimiento creciente.
De: aceptación de las disposiciones de reglas
razonables.
Hacia: trazarse las reglas propias con el propósito
definitivo a la vista.
De: atracción y repulsión conjuntas hacia los
adultos.
Hacia: persecución de la igualdad con los adultos.
-Independencia
económica. El adolescente debe de seleccionar el trabajo para el cual esté
capacitado; después debe adiestrarse en el.
Escoger una ocupación, encontrar empleo y adaptarse
a las condiciones del trabajo son problemas de la adolescencia media y de la
final. Solamente aquellos que los han resuelto son económicamente adultos. El trabajo
es la razón principal de la vida del adulto. La gente vocacionalmente infantil
detesta todos los trabajos o un trabajo particular, cambia de empleo
constantemente, no tiene interés en lo que está haciendo y jamás está
satisfecho con el sueldo o las condiciones de trabajo. El adolescente considera
como imposición el empleo permanente. Los adolescentes pueden estar
desajustados vocacionalmente por una o varias razones: por tratar de dedicarse
a un trabajo para el cual no tiene ni la necesaria vitalidad ni la resistencia
necesaria; por aceptar un trabajo muy por debajo o muy por encima de su nivel
mental; idealizar una vocación a tal extremo que le es imposible percibir su
propia naturaleza; realizar algún trabajo que hace resaltar alguna característica
en él que es preciso elegir; escoger una vocación por la cual hay muy poca o
ninguna demanda durante su juventud; escoger una clase de trabajo por el cual
no hay demanda; acometer adiestramientos que no podrá permitirse terminar; si
es hembra, persuadirse a sí misma que tiene que ser una mujer de carrera cuando
en realidad lo que quiere es ser madre de familia; llevar a cabo las impuestas
ambiciones de sus padres; no tener objetivo vocacional de ninguna especie. El
tipo de orientación necesario para evitar estas razones y causas de desajuste
social puede obtenerse mejor de los consejeros vocacionales.
-Adultez
intelectual. El adolescente debe aprender a requerir pruebas de lo que
diga. Debe desear explicaciones; debe limitar el campo de sus intereses.
Durante los años de la adolescencia los varones se
interesan especialmente en los viajes, deportes, televisión; animales
domésticos, colecciones, la familia, leer y la escuela vienen después, seguidos
de pintura, escribir, música, relaciones sociales y actividades al marco de los
estudios. La iglesia y la escuela dominical vienen en último término. Con
excepción del hogar y las actividades sociales que tienen cierta mayor
fascinación para las hembras y los deportes algo menos, el mismo orden
general es aplicable a las hembras. Muchos de estos intereses adolescentes se
convierten en intereses de toda la vida. Algunos evolucionan en ocupaciones. De
otra forma, las actividades adolescentes típicas no solamente dejan de
interesar sino que aburren al adulto intelectual. Al mismo tiempo que se van
modificando los intereses personales van aumentando las capacidades personales.
Después de llegar a la madurez intelectual a los 16 ó 17 años, lo más probable
es que el adolescente desarrolle independencia intelectual. Tendera a requerir
pruebas de lo que se le presente y a pedir explicaciones.
-Uso
del ocio. El adolescente debe desarrollar intereses que robustezcan mas
no agoten sus energías. Debe aprender a leer bien y a explorar posibilidades de
cultura para que el ocio sea útil.
Con la exploración del entorno el adolescente puede
ampliar su conocimiento y aprender nuevas cosas de interés, mismas que a su vez
le son de total agrado ya que en este caso es él quien las elige, las cuales
podrá hacer prácticas y útiles para la preparación de la vida adulta, solo
cuando el adolescente esté inmiscuido en este aspecto conseguirá estar listo
para formarse su propia filosofía de la vida.
-Filosofía
de la vida. El adolescente debe comenzar a desarrollar una actitud hacia
la experiencia que dará contenido a su vida. Debe desarrollar un cuadro de
ideales.
El adolescente quiere sentirse seguro y disfrutar
de satisfacciones emotivas, algunos encuentran estas satisfacciones en las
religiones tradicionales. Otros se ven impedidos de aceptar la religión por su
aparente incompatibilidad con las ciencias que el adolescente tiene en gran
estima. Para aquellos desconfiados de los motivos del mundo adulto, las
ciencias parecen ser las únicas cosas dignas de confianza. Otros derivan hacia
su autoridad simplemente en desafío de la autoridad paternal o religiosa. Unos
cuantos, tienen las aptitudes intelectuales del verdadero científico. Algunos
adolescentes adoptan actitudes sociales y políticas radicales. Les parece que
reformar el mundo es mucho más fácil que reformarse a sí mismo. Algunos
adolescentes afirman su individualidad adoptando posiciones
impopulares y reaccionarias. Adolescentes más modestos se enfrentan
a la complejidad del universo con una actitud de perplejidad, su búsqueda de4
una filosofía unificada puede conducirlos a aceptarlos mismos rígidos sistemas
que los revolucionarios adoptan, lo más probable es que la cambien por otra,
tal vez religiosa, igualmente rígida. El adulto emotivamente maduro puede hacer
frente a la complejidad y a los males del mundo. Lo posible le satisface aunque
no llegue al punto del ideal aparente.
En conclusión puede decirse que la adolescencia
termina cuando las personas alcanzan una madurez plena. Esto es se supone que
tanto los individuos han desarrollado intereses heterosexuales; se han hecho
independientes de la tutela paterna; han alcanzado independencia intelectual y
económica; han aprendido a emplear el tiempo libre; logran ajustarse emotiva y
socialmente a la realidad y han comenzado a formarse una filosofía de la vida.
Los adolescentes han alcanzado un desarrollo
intelectual que les permite utilizar conceptos abstractos, por eso les gusta
hablar de la justicia, y el sentido de la vida.
También debe
enseñarse a los jóvenes que la libertad y la responsabilidad deben ajustarse a
sus criterios personales, a su propia voluntad y no a la presión del entorno;
lo cual también requiere de un compromiso personal.
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