Los científicos comenzaron a interesarse por la adolescencia como fenómeno psicosocial hace poco tiempo. En el siglo XX aparecen los primeros estudios sistemáticos sobre adolescencia en EEUU y Europa. este hecho se relaciona con el surgimiento de nuevos roles sociales vinculados a la preparación de niños para ingresar al mundo adulto. La extensión de la escolaridad y el carácter preparatorio de esta para el ingreso a los roles laborales, la instauración progresiva de restricciones para el trabajo infantil ampliaron el lapso de tiempo en el que los niños dejan los roles infantiles para adquirir los roles adultos. Aparece la adolescencia como un periodo de transición entre la niñez y la adultes y como un tiempo social de preparación para el ejercicio de roles adultos.
Si aceptamos el significado cultural asignado a la adolescencia podemos observar su carácter de transición . En efecto, etimologicamente la palabra adolescencia del latín adolescere posee dos significados, en un sentido indica "crecer o desarrollarse hacia la madurez" y en el otro "adolescer" o faltar algo. Ambos significados reflejan el sentido de incompletud y de transito hacia la adultez. En contraposición encontramos el concepto adulto, que etimologicamente significa "crecido" y es la referencia que da sentido a la adolescencia. El diccionario de la lengua española agrega sinónimos al significado de adolescente y joven: aprendiz, novicio, inexperto, inmaduro.
Las metáforas culturales que designan a la adolescencia ofrecen una visión romántica que se manifiesta en expresiones contradictorias tales como el albor de la vida, primavera, flor de la edad, flor de la vida, divino tesoro, que reflejan una actitud positiva. También desde una mirada negativa es "la edad del pavo" o referida como la "generación X" (generación desconocida). Francoice Dolto habla de purgatorio de la Juventud , mientras que otros autores de la misma orientación retoman el concepto de metamorfosis para interpretar la adolescencia. Erikson elabora el concepto de moratoria social , es decir un tiempo que se le otorga a los no-adultos para aprender nuevos roles sociales, ponerlos en juego y optar por aquellos que elija para su desempeño social como adulto.
En la actualidad adolescencia remite en un sentido amplio al estadio vital que media entre la niñez y la adultez. En las sociedades modernas y desarrolladas en la entrada a la adultez se asimila la autonomía financiera y la independencia económica . En otras sociedades se vincula con la procreación o la inserción en el mundo del trabajo. La misma sociedad es ambigua respecto a las responsabilidades y los derechos del adolescente , a los 16 puede votar ejerciendo sus derechos políticos y ciudadanos pero recién a los 18 se le reconoce responsabilidad legal. Desde la pubertad se los estimula para el ejercicio de la sexualidad (amigos, publicidad, etc) pese a que no se les reconoce el derecho el derecho legal de disponer de su propio cuerpo o a asumir por si mismos las consecuencias que en muchos casos trae el uso de su cuerpo.
Paradojicamente a los adolescentes se los incita al ejercicio de la autonomia, de la independencia , aunque la realidad de los procesos macrosociales dificulta cada vez mas esa conquista. El aumento permanente de los años de estudio como condición para aspirar a un lugar en el mercado de trabajo, los pocos puestos de trabajo, los bajos salarios limitan la posibilidad material de independizarse o de elaborar un proyecto de pareja, postergan la duración de la adolescencia juvenil.
Maduros biologicamente e inmaduros socialmente; irresponsables para ciertos roles y sobreexigidos en el ejercicio de otros supuestamente aseguradores del éxito y la proyección futura, dependientes afectiva y económicamente , en independientes en la toma de decisiones y en la adopción de la forma de vida; una etapa vital tormentosa y critica, o un momento de metamorfosis natural...
La adolescencia en el ciclo vital
Actualmente se entiende el
desarrollo evolutivo del sujeto como el despliegue de las posibilidades
emocionales, afectivas, cognitivas y sociales que reconocen como punto de origen las concepción y como
punto de cierre la muerte biológica. El despliegue de esas potencialidades
requiere de la interacción dialéctica entre el potencial biológico, los
recursos psicológicos, cognitivos, emocionales y afectivos del sujeto y la
concurrencia de los socio-culturales.
El desarrollo evolutivo entendido
como despliegue de las potencialidades se realiza a través de un vector
temporal; es decir se realiza en un plano temporal en el que los seres humanos
experimentan múltiples cambios y diversas transformaciones en las distintas
esferas constitutivas de su existencia. En la esfera social el paso del tiempo
supone el aprendizaje y ejercicio de diferentes roles y la realización de
múltiples procesos de reconstrucción y reconfiguración de la identidad como
sujeto social. En el plano psicológico el paso del tiempo genera cambios en las
diferentes dimensiones del psiquismo: las emociones, la personalidad, la
cognición y la afectividad.
La psicología evolutiva ha
realizado un constante trabajo de producción teórica para tratar de establecer
las características de los procesos psicológicos en los diferentes estadios de
la vida. El enfoque del ciclo vital no es una teoría en si misma. Es un
conjunto de premisas surgidas de la investigación científica que orientan la
descripción, la interpretación y el análisis de los procesos de desarrollo
evolutivo a lo largo de todo el ciclo vital. Por lo tanto constituye un recurso
valioso para comprender la adolescencia como un estadio dentro del proceso de
desarrollo.
El desarrollo personal no es un
proceso orientado hacia una metal universal (común a toda la especie) y no
posee el mismo ritmo de progresión entre sujetos de distintas culturas y aun
dentro de una. En el ciclo vital ningún periodo de edad mantiene primacía en la
regulación del desarrollo, es decir ningún estadio es determinante causal de
los cambios que ocurren en estadios anteriores. En cada estadio las
transformaciones son producidas por la conjunción de procesos acumulativos
relacionados con acontecimientos vitales previos, con la irrupción de procesos
innovadores que generan discontinuidad y que son experiencias innovadoras que
desestructuran el ciclo curso vital, e impulsan al sujeto hacia la búsqueda de
un nuevo equilibrio y configuración identitaria.
El cambio evolutivo es siempre un
proceso de especialización que no siempre abarca todos los sistemas del sujeto,
ni implica un avance general en todos ellos.
Los cambios ligados al desarrollo
evolutivo presentan considerable diversidad o pluralismo, es decir son
multidireccionales. La orientación del cambio evolutivo varía según el tipo de
conducta que se analice (social, cognitiva, afectiva, mental). En cada etapa
evolutiva algunos sistemas de comportamiento muestran un incremento, en tanto
otros declinan su nivel de funcionamiento.
De todos modos, en todas las
etapas del desarrollo del sujeto puede introducir cambios en su funcionamiento
psicológico y actitudinal, de donde surge el concepto de plasticidad. Esta
capacidad de adaptar y modificar los sistemas de pensamiento y de acción
produce una amplia variedad de respuestas lo que explica la heterogeneidad y
las diferencias de funcionamiento psíquico entre distintos individuos que
atraviesan el mismo periodo evolutivo.
El
desarrollo ontogenético sufre la influencia de un conjunto de condiciones
socio-culturales que ocurren en un momento histórico dado y que a vez sufren
transformaciones. Para comprender los procesos psicológicos propios de cada
edad evolutiva es necesario analizar las condiciones históricos-culturales
actuantes en cada sociedad. La evolución de los roles sociales y de los
significados culturales hacen que cada generación sufra el influjo de
diferentes factores y patrones culturales, que modelan el pensamiento y la
acción de cada grupo de edad. Los procesos de socialización a que estaban
expuestos los adolescentes de comienzos del siglo XX varian sustancialmente de
las condiciones actuales marcadas por la globalización, el consumo, las
tecnologías y en algunos casos la cultura postmoderna.
El
proceso de desarrollo individual puede ser comprendido como resultado de las
interacciones dialécticas entre tres sistemas de influencias cuya conjunción es
denominada contextualismo. Estos sistemas son:
-Influencias
normativas asociadas a la edad cronológica y a procesos madurativos de
naturaleza biológica. La
pubertad, aumento de talla o signos de madurez de los caracteres sexuales
primarios y secundarios.
-las influencias normativas que se relacionan con los
acontecimientos históricos y culturales de cada contexto social,es esperable que los procesos de globalización y de
postmodernidad ejerzan cierto influjo sobre las generaciones actuales de
adolescentes.
-influencias biográficas propias de cada individuo, que reciben el apelativo de “no normativas”. Por ej, la muerte o separación de los padres,
mudarse de ciudad o país, un accidente deja secuelas.
Estos
sistemas de variables analizados desde la perspectiva de cambio en el curso
vital de cada sujeto y de los cambios observados en el ciclo vital de
diferentes sujetos o grupos de sujetos asumen un rol especifico caracterizado
por la diferenciación y discontinuidad de cada sistema. En la pubertad se
observan el desarrollo y maduración de las funciones biológicas. En la
adolescencia juvenil se observa mayor peso del sistema normativo de influencias
históricas y de influencias no normativas de carácter idiosincrásico.
La
adolescencia transcurre en una dimensión temporal y es, por lo tanto un proceso dinámico.En tanto proceso se
reconoce a la pubertad como el fenómeno que marca el inicio de la adolescencia
y a los quince años posteriores como el tiempo de maduración de esta. La
adolescencia no es un estado al que se accede en un momento inicial y se
permanece en el durante varios años sino que se trata de un estadio con un
permanente movimiento de reestructuración de los diferentes sistemas personales
en el que los sujetos experimentan continuos cambios.
La
dinámica de este proceso es generada por las interacciones los factores
biológicos, psicológicos y sociales de los sujetos, las características del
entorno socio-cultural y el tiempo o situación histórica de cada generación.
Los cambios no van en paralelo sino que ocurren a distintos ritmos.
La
adolescencia dentro del ciclo vital es interpretada como una crisis del
desarrollo. Es decir se trata de un periodo en el que el sujeto experimenta un
conjunto de transformaciones que producen desequilibrios y que conllevan
riesgos para su sentido de integridad y también oportunidades para alcanzar un
nuevo equilibrio. En tanto implica el ejercicio de un conjunto de roles
sociales asociados a ella, la adolescencia es también un fenómeno social. El
contexto social a través de las instituciones, roles, prácticas y normas se
constituye en una de las principales fuentes de identificaciones que le
permiten al adolescente efectuar su proceso de subjetivación. El contexto social
provee de significados culturales asociados a la adolescencia y establece la
posición que ocupan los sujetos en la estructura social en un momento dado. En
la misma sociedad algunas imágenes, valores y significados culturales
atribuidos a loa adolescencia y a la juventud se convierten en dominantes y por
lo tanto otros grupos sociales se orientan hacia ellos produciéndose lo que se
denomina la adolescentizacion de la sociedad. Esto puede observarse en relación
a la moda, el cuidado del cuerpo, la prorroga en la asunción de
responsabilidades o conductas propias del egocentrismo adolescente. Por otra parte, los adolescentes como grupo
social poseen una serie de normas, códigos rituales prácticas.
Urbano-Yuni en "Y, no sé... psicologia y cultura de los adolescentes"