sábado, 14 de septiembre de 2013

Adolescencia desde el punto de vista Antropologico



El fenómeno adolescente se presenta inserto en una estructura social que pertenece a un tiempo histórico y un espacio geográfico. Toda estructura social posee una cultura que, a su vez, determina a aquella. La forma en que una cultura determina la estructura social se debe a que cada cultura se ubica dentro de una cadena de significaciones, que está dada por los llamados "mitos de origen" de esa determinada cultura.
Nuestra adolescencia, por ejemplo, está inscripta dentro de una cultura llamada "occidental, pero ella a su vez comienza a regionalizarse en la medida en que esta cultura corresponde a un determinado continente y a una determinada nación. Dentro de ella, a su vez, existen diferencias, como lo rural y lo urbano, Capital Federal y provincia, etc. Cada uno de estos sectores contiene sus propios mitos de origen, que influyen en lo que se conforma como "la adolescencia". La cultura adolescente además de estar ubicada en un "espacio de origen", contiene su propia historia, y ella, a su vez, va variando con las distintas épocas.
El concepto de adolescencia también dependerá de cierto cuerpo de valores, ideologías, que son inherentes a cada cultura. Estos valores son expresados a través mito de los orígenes y proponen un modelo de organización estructural que le da  sentido a una realidad supuestamente objetiva, a la que llamamos "contexto". Desde el psicoanálisis, esta realidad contextual en gran medida tendrá injerencia en la conformación de la "realidad psíquica" de cada sujeto y estará inserta en la historia de la construccion de la propia subjetividad.

Es posible que, en este sentido, el adolescente de todas las culturas haya sido sometido a "ritos de iniciación", que llamaríamos de formalización y contención, que ponen nombre al pasaje que se produce desde el cambio biológico, cuyo significado es la pérdida de lo infantil, la familia protectora y nutricia, la endogamia, la madre, los vínculos de intimidad, el pasado, hasta la cultura cuyo significado es el pasaje a la adultez, el padre, los vínculos formales, la exogamia, el futuro.
El pasaje a la adultez se caracteriza por el pasaje de un desconocimiento a un conocimiento que llamamos el saber y en el que quedan comprometidos los "procesos de pensamiento". Este saberse halla enlazado a la sexualidad y el trabajo, que para el mundo infantil constituyen un misterio. Es un pasaje que se realiza durante esta transición vital llamada "época de la adolescencia" y que involucra siempre una muerte (la de la infancia) y un renacimiento a otro lugar psíquico, la adultez.
Cada cultura crea sus propios lugares para entender lo humano, pero ningún fenómeno queda fuera de la cultura. En este sentido, también los adolescentes constituyen "un lugar", que va variando con el marco histórico en el que la adolescencia se va desarrollando.

El "avunculado" como forma de iniciación
Lévi-Strauss, en su libro Antropología estructural, dice que toda familia implica distintos tipos de vínculo y propone ciertas hipótesis con respecto a la organización familiar.En especial, estudia un tipo de relación que él llama "de avunculado", un vinculo mediante el cual se canaliza la salida hacia la exogamia.
Los tipos de vínculo propuestos son:
1) De filiación: constituye la relación entre padres e hijos;
2) de hijos entre sí: es decir, la relación entre hermanos;
3)de contrato matrimonial, correspondiente al vínculo de pareja, y
4) de toda familia, que establece un vínculo con el hermano de la madre, llamado "avunculado" .
Son los iniciadores aquellos sujetos que acompañan al adolescente en la salida hacia lo exogámico, son ellos los que entregan al adolescente a la cultura.
En su pasaje a la exogamia, el púber necesita relaciones de "avunculado" y éstas suelen encontrarse en los primos, a veces tíos más jóvenes o padrinos; todos ellos hacen de mediadores en los caminos de iniciación, de salida desde la intimidad familiar.
En nuestra sociedad, la adolescencia ha constituido lugares que han sido otorgados por la cultura, cuyo cumplimento confirma, desde un punto de vista formal, la aceptación del niño en el mundo adulto.
Veamos algunos de ellos:
1) A los 8 años, la jura de la bandera establece que el niño ha dejado de ocupar el
lugar de único y especial para su madre, para ser hijo de la patria. Su madre (ahora bandera) coloca a todos los hijos por igual e impone, en relación con ella, vínculos diferentes de los establecidos con la madre. Son vínculos de respeto, cuidado, veneración, etc., ligados a ideales y regidos por la cultura.
2) La Comunión, rito de origen católico, que se realiza alrededor de los 8 años, también supone el alejamiento del padre real para acercado al padre ideal, elevándolo al grado de deidad, alejado del sujeto e igual para todos, a través de un proceso de identificación, que se logra mediante el rito de incorporación de la hostia, representante del padre.
3) La Confirmación, a los 12 años, en la religión católica -como su nombre lo indica- confirma lo establecido a los 8 años y propone un padrino o una madrina, iniciadores del adolescente en la cultura.
4) El "Bar Mitzvah", en la religión judía, a través de una ceremonia que se realiza a los 13 años, inicia al :adolescente en su cultura y tradición. Le impone fidelidad y respeto allegado de los mayores, a través de sostener lo que sus padres le enseñaron. Constituye una forma de compromiso con los padres mismos.
5) El baile de los 15 años para la niña, en el que el padre, al bailar el primer vals con su hija, hace la entrega oficial de ella a otros hombres, a la cultura, para que se inicie en el período de búsqueda y de elección de un objeto exogámico. Esto luego culminará en la adolescencia tardía con la entrega al hombre definitivo, mediante el casamiento.
Todos estos ritos muestran que la adolescencia, y especialmente la temprana dado que en ella se producen los cambios corporales que signan las diferencias marca el momento de un pasaje de un estado a otro. Este pasaje está siempre acompañado de una ceremonia más o menos cruenta de iniciación, pero siempre importante.

lunes, 9 de septiembre de 2013

adolescencia desde el punto de vista Biológico

 La pubertad es la etapa en la cual se producen los cambios necesarios que conducirán al sujeto a la madurez sexual. Una respuesta a la razón de tal maduración sexual proviene del campo de la endocrinología, que ha descubierto la relación entre la glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, y las gónadas o glándulas sexuales. Desde este punto de vista, podría subdividirse a su vez en tres etapas.
Una primera etapa inmadura, en la que comienzan los cambios corporales, aunque aún no hay función reproductora. Una segunda etapa de maduración, en la que comienzan a producirse las células sexuales en los órganos reproductores, pero en la que aún no se han completado los cambios corporales. Una tercera etapa, ya madura, en la que los órganos sexuales funcionan adecuadamente y las características sexuales secundarias ya se han desarrollado.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

LA ADOLESCENCIA: FENÓMENO DE MULTIDETERMINACIÓN


Generalmente la adolescencia es definida como una crisis vital, un momento de
pasaje y de reorganización, que si bien comienza siendo un hecho biológico, se imbrinca
con un tiempo de estructuración del aparato psíquico con la misma valía de la infancia, en
el que serán puestos en duda y conmocionados las teorías infantiles, los sistemas de
identificaciones, los objetos libidinales, los proyectos identificatorios, los ideales, etc. a
partir de la irrupción de la genitalidad.
Siguiendo a Susana Quiroga (1999), desde un punto de vista cronológico, se divide
a la adolescencia en tres fases según la lógica estructural del aparato psíquico, ellas son:
ADOLESCENCIA TEMPRANA – ADOLESCENCIA MEDIA – ADOLESCENCIA TARDIA.
a) ADOLESCENCIA TEMPRANA
1. Prepubertad: 8 – 10 años
2. Pubertad: 10 – 14 años
3. Adolescencia temprana propiamente dicha: 13 – 15 años
Durante todo este período son esperables los cambios físicos y de conducta, el
momento en que estos ocurran depende de factores genéticos pero existe una influencia
recíproca entre lo psíquico, lo biológico y lo social que puede a su vez inhibir o apresurar
los procesos fisiológicos.
La prepubertad incluye el crecimiento corporal y la puesta en marcha de las glándulas
sexuales; se observa, en ambos sexos, un cambio de conducta centrado en el incremento
a veces desordenado de la motricidad, como así también en el tipo de juego y en las
verbalizaciones, los cuales se tiñen de un mayor contenido sexual. El proceso de
crecimiento se inicia antes en las niñas generando un desnivel conductual entre ambos
sexos, las niñas se muestran intrusivas, desenvueltas, envolventes, por lo que los varones
se perciben como chiquilines, huidizos, inmaduros y se alejan y desprecian a las niñas
como una forma de defensa.
Durante la pubertad los cambios corporales comienzan a hacerse visibles, aquí se
produce el desarrollo de las características sexuales primarias (órganos sexuales
masculinos y femeninos relacionados con la reproducción), y secundarias (aquello que da
apariencia masculina o femenina).
Finalmente en la adolescencia temprana propiamente dicha los cambios corporales ya
no son notorios desde el exterior... “la apariencia corporal indica que aquel niño que era
ha quedado transformado en adulto”
b) ADOLESCENCIA MEDIA
Transcurre desde los 15 y 16 años hasta los 18 años, edad que coincide con el egreso
del colegio secundario.
Si bien el primer tiempo de la adolescencia media opera como bisagra, donde es
esperable el desafío a la autoridad de los adultos, el hacer lo contrario de lo que se les dice o enseña y el deseo de independencia de los padres a través de una conducta
negativista; pronto la conducta comienza a ser más ordenada en relación a las normas,
pero mientras eso no sucede son habituales manifestaciones que comprometen
seriamente la integridad psíquica y física, por ejemplo: actuaciones sexuales prematuras,
fugas del hogar, transgresión de pautas familiares, acciones riesgosas para demostrar
poder, etc.
Luego el adolescente medio se caracterizará por terminar de estabilizar el proceso de
crecimiento lo cual le permitirá salir en busca del otro mediante un proceso de
desplazamientos de investiduras libidinales desde el propio cuerpo hacia el objeto, un
objeto en el que se busca un vínculo de intimidad, al mismo tiempo que se auspician los vínculos de masa donde priman el amor, la identificación fraterna y la fidelidad a un líder
idealizado.
Con la ruptura de los vínculos de masa proporcionados por la escuela secundaria, que
le otorgaban pertenencia a la manera de un límite corporal y constituido como cuerpo
social, el adolescente inicia su pasaje a la adolescencia tardía.
c) ADOLECENCIA TARDIA
Se extiende desde los 18 hasta los 28 años aproximadamente, aquí las problemáticas
a resolver serán la inserción en el mundo vocacional y laboral y el encuentro con una
pareja estable.
Las manifestaciones más frecuentes son:
1. Delimitación de subjetividades parentales y de “quién soy yo” como consecuencia
del desasimiento de la autoridad de los padres, más que como lucha generacional.
2. Deseo de vivienda independiente.
3. Deseo de independencia económica.
4. Deseo de constituir una pareja estable.
5. Logro de la orientación vocacional y/o laboral.
Entre los 18 y 21 años es esperable encontrar adolescentes con una gran conmoción y
caos interno debido a un profundo sentimiento de soledad fundamentado en la pérdida del
cuerpo institucional, lo que suele llevarlo a un estado depresivo que se manifiesta como
desorientación y confusión, o su contrario, un adolescente ordenado y sobreadaptado en
el cual parece no haber transcurrido el cambio.
Más tarde, entre los 21 y 24 años habrá una mayor posibilidad de reflexión y
disminución del estado confusional, posibilitándose la inserción en nuevos grupos sociales
y de trabajo, transitorios aún pero convocados en función de metas y tareas comunes.
Entre los 25 y 28 años se configura la entrada en la adultez y se propone como
resolución “la capacidad de frustración para aceptar la caída de las ilusorias
características de la adolescencia media (el ideal de justicia, de verdad, de amor)”
Teniendo en cuenta las categorías psicoanalíticas, S. Quiroga plantea que la
adolescencia incluye el pasaje desde la endogamia, es decir desde los códigos de la
intimidad familiar, hasta la exogamia o sea los códigos de la cultura; el logro de la
madurez sexual, es decir la asimilación psíquica de los cambios morfológicos y
fisiológicos que ocurren en el cuerpo y que incluye la madurez sexual genital y el estar
apto para la conservación de la especie, el encuentro con el objeto heterosexual y el buen desenlace del narcisismo positivo que permita el desplazamiento hacia la realización
laboral y los intereses sociales.
Freud en “Metamorfosis de la pubertad” afirma que el trabajo psíquico central de este
momento es “el desasimiento de la autoridad de los progenitores”, es decir, de los
sistemas de identificaciones y de vinculaciones con los objetos primarios, y por lo tanto el
hallazgo de objeto exogámico; pero esto no es sin un complejo trabajo de desarmado de
la organización psíquica infantil.
Con Peter Blos entendemos a la adolescencia como un segundo proceso de
“individuación”, consistente en lograr la independencia de los objetos internalizados y de
su temprana influencia formativa sobre el yo y el Super yo.
La primera individuación, dice Blos, habría facilitado la existencia del niño como
entidad psicológica diferenciada gracias a la internalización y adquisición de representaciones de objeto, ganando espacio así la autonomía del yo, al mismo tiempo
que disminuye la dependencia del medio se convirtieran en guardianes del sí mismo y
protectores contra la angustia de abandono.
Paradójicamente, ese segundo proceso de individuación de la adolescencia, exige la
capacidad de regresar para retrabajar aquellas tareas infantiles que han sido una carga
demasiado pesada en la infancia; aquí, será nuevamente abordada por un yo que a través
de los años ha adquirido las habilidades necesarias; es una “regresión al servicio del
desarrollo” dice Blos, que promueve movimientos regresivos transitorios y exclusivos de
esta fase de la vida.
Pero este segundo proceso de individuación, no es sin un arduo trabajo psíquico, que
es operado mediante mecanismos regresivos “normales” al mismo tiempo que conlleva un
intenso dolor psíquico.
Susana Quiroga, toma los conceptos trabajados por Blos en relación a la
desinvestidura del vínculo con los padres, el hallazgo de objeto, la prevalencia del
narcisismo y las defensas privilegiadas al mismo tiempo que continúa y profundiza en la
teoría de los duelos.
El proceso de duelo y de desinvestidura, fue postulado como central por Aberastury y
Knobel (1971) especificando que el adolescente se verá inmerso en tres duelos: 1) el duelo por el cuerpo infantil; 2) el duelo por los padres infantiles; 3) el duelo por la identidad
(bisexualidad)
Quiroga coincide con este planteo pero profundiza aún más en relación a los
momentos del duelo y su proceso según la conceptualización freudiana de trabajo de
duelo.
En este proceso habría tres momentos _
“ 1 - Un pronunciamiento por parte de la realidad, un juicio de existencia que dice que
el objeto se ha perdido, seguido de un corte con la realidad de carácter defensivo que trae
como consecuencia la escisión del yo (Freud 1940) como forma de mantener la ilusión de
la presencia de objeto.
 2 - Una sobreinvestidura de los recuerdos, de las representaciones y, por lo tanto,
nostalgia y anhelo por los objetos perdidos.
 3 – Proceso de desasimiento propiamente dicho “pieza por pieza”, teniendo en cuenta que la historia de la constitución de ese objeto y de ese yo, se realizó a través de
sucesivas inscripciones, producto de sucesivos vínculos eróticos y hostiles, que el sujeto
fue experimentando en relación con su propio cuerpo y con el contexto... cuando Freud
dice desasimiento “pieza por pieza” alude a este trabajo de elaboración que implica la
desinvestidura de una historia inscripta en el inconciente del sujeto.” (Quiroga 1999)
El primer momento, sería el propio de la adolescencia temprana, aquí irrumpe la
pulsión genital que se manifiesta primero en forma de tensión sin posibilidad de descarga
al mismo tiempo que coloca al aparato psíquico, desde el punto de vista económico,
frente a una situación traumática.
La oleada de lo biológico es arrasadora y el yo conmovido no logra ligar la pulsión con
nuevas representaciones lo cual genera temor al aniquilamiento y a la caída en aquella
situación traumática.
La imposibilidad de integración entre pulsiones es característica de esta etapa lo cual
se manifiesta por ejemplo: en la acción antisocial del adolescente (producto de
transformaciones de la pulsión anal); las adicciones frecuentes (transformaciones de la
pulsión oral); el “mal gusto” en las vestimentas, en la desorganización del deseo de
exhibicionismo; en descargas afectivas, como el asco y la repugnancia (transformaciones
de la pulsión oral y anal); en la furia (transformación anal); en la angustia (transformación fálica); al mismo tiempo que las pulsiones sexuales parciales tienden a satisfacerse
autónomamente (sadismo – masoquismo, exhibicionismo – voyeurismo, etc.) lo que
demuestra el no encuentro del objeto exogámico a través del cual pueda acceder a un
placer más integrado, pero el encuentro con el objeto comienza a tener resolución en la
adolescencia media.
En esta primera etapa de la adolescencia hay un cuerpo devenido extraño, hay una
nueva cenestesia y una nueva apariencia y señales provenientes de “ese” cuerpo que
generan un malestar impreciso y difícilmente localizable que le imposibilita incorporarlo al
conjunto de la vida mental y la representación de sí – mismo.
Ante estas fuerzas nuevas, le quedará el recurso de retraerse o incluirse, recurrir a la
desmentida en aquellos momentos en que el temor al aniquilamiento y el arrasamiento del
yo cobran vida.
Si lo pensamos en relación al primer momento del proceso de duelo, aquí ya ocurre la
pérdida pero al mismo tiempo la negación frente a lo que se pierde y la desmentida frente
a lo nuevo, es decir, ocurre la pérdida pero no está la capacidad estructural para
significarla. Al desinvestirse los objetos que eran sostén, la angustia dominante tiene que
ver con el temor a perder toda posibilidad de amor del objeto, someterse a este proceso
supone un aparato capaz de tolerar un conflicto y en la adolescencia temprana lo que
predomina es la recepción de estímulos traumáticos.
El segundo momento es quizás el más importante para la adolescencia media debido
al tipo de dolor psíquico que se produce cuando la nostalgia por ese objeto ausente
anhela la percepción del mismo y éste no aparece. Ahora, los padres no son aquellos que
el adolescente necesita para su equilibrio narcisista, esto condiciona un estado de
conflicto para el aparato psíquico que tiende a desmentirse manteniendo una intensa
investidura de los recuerdos, pero dado a que éstos no son acordes a la realidad
perceptual que se le impone al yo, la escisión va dando paso al conflicto psíquico,
conflicto entre el deseo, derivado del empuje pulsional, y el examen que de la realidad
hace el yo...
Por tal razón, dice Quiroga, “existen dos dolores psíquicos en juego: el primero se
debe a que la realidad no consiente en satisfacer los anhelos que el yo desearía, el
segundo está determinado por el desasimiento libidinal. El primero tiene que ver con el deseo de mantener las ilusiones. El segundo deriva de que el sujeto está desinvistiendo
dichas ilusiones y este proceso se torna peligroso pata el equilibrio del yo...” (Quiroga
1999)
Desde aquí, el adolescente se desplazará por estados afectivos que van desde el
estado ilusorio de completud, característico del enamoramiento, a la desilusión por
percibir que el amor no saldaría su estado de desamparo... aceptar la pérdida de las
ilusiones supone tener un yo fortalecido, y estar acompañado por un contexto familiar que
pueda soportar el desmantelamiento en que queda el aparato psíquico del adolescente
ante la pérdida de las ilusiones... Lo que el adolescente suele sentir es que la vida ha
perdido sentido, ya que al sentido se lo daban sus padres idealizados.
... La pregunta que surge es “quién soy” y “qué deseo” ya que “quién era yo” y “qué
deseaba” pertenecían al patrimonio parental... (continua).

sábado, 31 de agosto de 2013

Adolescencia etapa de la vida

Constanza Caffarelli en su libro "Tribus Urbanas, cazadores de identidad" nos cuenta que la adolescencia constituye una etapa de la vida en la cual los sujetos se encuentran particularmente involucrados en una causa : La búsqueda de si mismo.  Que es una etapa que se haya signada por fuertes movimientos internos que acompañan la reconstruccion de la identidad, es decir el pasaje de la identidad infantil hacia la identidad adulta. Como dice Obiols y Di Sergi , en términos evolutivos, la adolescencia representa justamente una etapa de crecimiento y transito hacia la adultez. Se inicia en la pubertad y culmina con la asunción de plenas responsabilidades y la madurez psíquica. 
La adolescencia se distingue por una serie de cuestiones explicitadas por Criado del Pozo y la universidad metropolitana de ciencias de la educación:
a) Durante la adolescencia varían las motivaciones y los intereses.

b) Las relaciones interpersonales, especialmente las establecidas con el otro sexo, son vividas de un modo particularmente inquietante

c)Se acrecientan notoriamente su curiosidad y su impulso sexual

d) se va constituyendo y fortaleciendo el yo , lo propio, la identidad personal

e)Son proclives a adoptar como lideres o referentes a ciertos personajes

f) Comienzan a plantearse metas o expectativas de vida

g) Tienden a reunirse en torno  de formaciones grupales: bandas, camarillas, pandillas

h) se sienten movilizados y convocados por las injusticias y las causas sociales

i) al mismo tiempo son contradictorios


Se pregunta por su propia identidad, trata de responderse ¿quien soy?. Emprender este camino, esta busqueda los impulsa a salir del hogar, del ambito de lo conocido e ir al encuentro de los semejantes con quienes pueden sentirse en comunidad. Esto los distancia de los padres y los adultos. 
Puede decirse que la adolescencia se caracteriza especialmente por ser una etapa del desarrollo vital en la que se produce un movimiento hacia grupos mas amplios que la propia familia. Sigmund Freud denominó a este trabajo desasimiento de la autoridad de los padres.
Justamente, durante la adolescencia se buscan dos cosas: por una parte modelos, figuras, representantes de la vida adulta que no tengan que ver con madres y padres; y por otra la salida hacia espacios exogamicos, es decir la incursión fuera de la casa, de lo hogareño, de lo propio, conocido y familiar. En este sentido, es por eso que los adolescentes van tras el reconocimiento de su singularidad, de aquello que los convierte en si mismos, en unicos y particulares y también tras la construcción y la aceptación de sus propios lugares  de territorios diferenciados de los que suelen compartir con la familia.
Los adolescentes necesitan reconocerse y ser reconocidos, encontrarse con otros que les confirmen su identidad en proceso de construcción.
Esta etapa de vida supone la realización de una serie de tareas cuyo horizonte es la conformación de la identidad. Las tareas son las siguientes:
  • Decidir sobre el presente educacional y también sobre el futuro laboral o educativo
  • Bucear en si mismos, conocerse, aceptarse promover y cimentar la autoestima
  • Definir su rol sexual
  • Interiorizarse respecto a los valores y las creencias sociales de su tiempo y seleccionar sus afines
  • Conseguir la autonomía emocional
La adolescencia como etapa de vida, es producto de una sociedad urbana e industrial. Es un periodo de construcción y aprendizaje, de maduración sexual y cognitiva, que conlleva la postergacion del compromiso definitivo, y en el cual van ejercitando diferentes roles para poder insertarse en el mundo adulto. Desarrollan un trabajo, asociado con el comprender, el evaluar , el definir y el elegir entre las diferentes moralidades y logicas para pensar el mundo y hacer en él. 

viernes, 23 de agosto de 2013

Adolescencia, un fenómeno psicosocial


Los científicos comenzaron a interesarse por la adolescencia como fenómeno psicosocial hace poco tiempo. En el siglo XX aparecen los primeros estudios sistemáticos sobre adolescencia en EEUU y Europa. este hecho se relaciona con el surgimiento de nuevos roles sociales vinculados a la preparación de niños para ingresar al mundo adulto. La extensión de la escolaridad y el carácter preparatorio de esta para el ingreso a los roles laborales, la instauración progresiva de restricciones para el trabajo infantil ampliaron el lapso de tiempo en el que los niños dejan los roles infantiles para adquirir los roles adultos. Aparece la adolescencia  como un periodo de transición entre la niñez y la adultes y como un tiempo social de preparación para el ejercicio de roles adultos.
Si aceptamos el significado cultural asignado a la adolescencia podemos observar su carácter de transición . En efecto, etimologicamente  la palabra adolescencia del latín adolescere posee dos significados, en un sentido indica "crecer o desarrollarse hacia la madurez" y en el otro "adolescer" o faltar algo. Ambos significados reflejan el sentido de incompletud y de transito hacia la adultez. En contraposición encontramos  el concepto adulto, que etimologicamente significa "crecido" y es la referencia que da sentido a la adolescencia. El diccionario de la lengua española agrega sinónimos al significado de adolescente y joven: aprendiz, novicio, inexperto, inmaduro.
Las metáforas culturales que designan a la adolescencia ofrecen una visión romántica que se manifiesta en expresiones contradictorias tales como el albor de la vida, primavera, flor de la edad, flor de la vida, divino tesoro, que reflejan una actitud positiva.  También desde una mirada negativa es "la edad del pavo" o referida como la "generación X" (generación desconocida). Francoice Dolto habla de purgatorio de la Juventud , mientras que otros autores de la misma orientación retoman el concepto de metamorfosis para interpretar la adolescencia. Erikson elabora el concepto de moratoria social , es decir un tiempo que se le otorga a los no-adultos para aprender nuevos roles sociales, ponerlos en juego y optar por aquellos que elija para su desempeño social como adulto.
En la actualidad adolescencia remite en un sentido amplio al estadio vital que media entre la niñez y la adultez. En las sociedades modernas y desarrolladas en  la entrada a la adultez se asimila la autonomía financiera y la independencia económica . En otras sociedades se vincula con la procreación o la inserción en el mundo del trabajo. La misma sociedad es ambigua respecto a las responsabilidades y los derechos del adolescente , a los 16 puede votar ejerciendo sus derechos políticos  y ciudadanos pero recién a los 18 se le reconoce responsabilidad legal. Desde la pubertad se los estimula para el ejercicio de la sexualidad (amigos, publicidad, etc) pese a que no se les reconoce el derecho el derecho legal de disponer de su propio cuerpo o a asumir por si mismos las consecuencias que en muchos casos trae el uso de su cuerpo.
Paradojicamente a los adolescentes se los incita al ejercicio de la autonomia, de la independencia , aunque la realidad de los procesos macrosociales dificulta cada vez mas esa conquista. El aumento permanente de los años de estudio como condición para aspirar a un lugar en el mercado de trabajo, los pocos puestos de trabajo, los bajos salarios limitan la posibilidad material de independizarse o de elaborar un proyecto de pareja, postergan la duración de la adolescencia juvenil.
Maduros biologicamente e inmaduros socialmente; irresponsables para ciertos roles y sobreexigidos en el ejercicio de otros supuestamente aseguradores del éxito y la proyección futura, dependientes afectiva y económicamente , en independientes en la toma de decisiones y en la adopción de la forma de vida; una etapa vital tormentosa y critica, o un momento de metamorfosis natural...

La adolescencia en el ciclo vital

Actualmente se entiende el desarrollo evolutivo del sujeto como el despliegue de las posibilidades emocionales, afectivas, cognitivas y sociales que reconocen  como punto de origen las concepción y como punto de cierre la muerte biológica. El despliegue de esas potencialidades requiere de la interacción dialéctica entre el potencial biológico, los recursos psicológicos, cognitivos, emocionales y afectivos del sujeto y la concurrencia de los socio-culturales.
El desarrollo evolutivo entendido como despliegue de las potencialidades se realiza a través de un vector temporal; es decir se realiza en un plano temporal en el que los seres humanos experimentan múltiples cambios y diversas transformaciones en las distintas esferas constitutivas de su existencia. En la esfera social el paso del tiempo supone el aprendizaje y ejercicio de diferentes roles y la realización de múltiples procesos de reconstrucción y reconfiguración de la identidad como sujeto social. En el plano psicológico el paso del tiempo genera cambios en las diferentes dimensiones del psiquismo: las emociones, la personalidad, la cognición y la afectividad.

La psicología evolutiva ha realizado un constante trabajo de producción teórica para tratar de establecer las características de los procesos psicológicos en los diferentes estadios de la vida. El enfoque del ciclo vital no es una teoría en si misma. Es un conjunto de premisas surgidas de la investigación científica que orientan la descripción, la interpretación y el análisis de los procesos de desarrollo evolutivo a lo largo de todo el ciclo vital. Por lo tanto constituye un recurso valioso para comprender la adolescencia como un estadio dentro del proceso de desarrollo.
El desarrollo personal no es un proceso orientado hacia una metal universal (común a toda la especie) y no posee el mismo ritmo de progresión entre sujetos de distintas culturas y aun dentro de una. En el ciclo vital ningún periodo de edad mantiene primacía en la regulación del desarrollo, es decir ningún estadio es determinante causal de los cambios que ocurren en estadios anteriores. En cada estadio las transformaciones son producidas por la conjunción de procesos acumulativos relacionados con acontecimientos vitales previos, con la irrupción de procesos innovadores que generan discontinuidad y que son experiencias innovadoras que desestructuran el ciclo curso vital, e impulsan al sujeto hacia la búsqueda de un nuevo equilibrio y configuración identitaria.
El cambio evolutivo es siempre un proceso de especialización que no siempre abarca todos los sistemas del sujeto, ni implica un avance general en todos ellos.
Los cambios ligados al desarrollo evolutivo presentan considerable diversidad o pluralismo, es decir son multidireccionales. La orientación del cambio evolutivo varía según el tipo de conducta que se analice (social, cognitiva, afectiva, mental). En cada etapa evolutiva algunos sistemas de comportamiento muestran un incremento, en tanto otros declinan su nivel de funcionamiento.
De todos modos, en todas las etapas del desarrollo del sujeto puede introducir cambios en su funcionamiento psicológico y actitudinal, de donde surge el concepto de plasticidad. Esta capacidad de adaptar y modificar los sistemas de pensamiento y de acción produce una amplia variedad de respuestas lo que explica la heterogeneidad y las diferencias de funcionamiento psíquico entre distintos individuos que atraviesan el mismo periodo evolutivo.
El desarrollo ontogenético sufre la influencia de un conjunto de condiciones socio-culturales que ocurren en un momento histórico dado y que a vez sufren transformaciones. Para comprender los procesos psicológicos propios de cada edad evolutiva es necesario analizar las condiciones históricos-culturales actuantes en cada sociedad. La evolución de los roles sociales y de los significados culturales hacen que cada generación sufra el influjo de diferentes factores y patrones culturales, que modelan el pensamiento y la acción de cada grupo de edad. Los procesos de socialización a que estaban expuestos los adolescentes de comienzos del siglo XX varian sustancialmente de las condiciones actuales marcadas por la globalización, el consumo, las tecnologías y en algunos casos la cultura postmoderna.
El proceso de desarrollo individual puede ser comprendido como resultado de las interacciones dialécticas entre tres sistemas de influencias cuya conjunción es denominada contextualismo. Estos sistemas son:
-Influencias normativas asociadas a la edad cronológica y a procesos madurativos de naturaleza biológica. La pubertad, aumento de talla o signos de madurez de los caracteres sexuales primarios y secundarios.
-las influencias normativas que se relacionan con los acontecimientos históricos y culturales de cada contexto social,es esperable que los procesos de globalización y de postmodernidad ejerzan cierto influjo sobre las generaciones actuales de adolescentes.
-influencias biográficas propias de cada individuo, que reciben el apelativo de “no normativas”. Por ej, la muerte o separación de los padres, mudarse de ciudad o país, un accidente deja secuelas.
Estos sistemas de variables analizados desde la perspectiva de cambio en el curso vital de cada sujeto y de los cambios observados en el ciclo vital de diferentes sujetos o grupos de sujetos asumen un rol especifico caracterizado por la diferenciación y discontinuidad de cada sistema. En la pubertad se observan el desarrollo y maduración de las funciones biológicas. En la adolescencia juvenil se observa mayor peso del sistema normativo de influencias históricas y de influencias no normativas de carácter idiosincrásico.
La adolescencia transcurre en una dimensión temporal y es, por lo tanto un proceso dinámico.En tanto proceso se reconoce a la pubertad como el fenómeno que marca el inicio de la adolescencia y a los quince años posteriores como el tiempo de maduración de esta. La adolescencia no es un estado al que se accede en un momento inicial y se permanece en el durante varios años sino que se trata de un estadio con un permanente movimiento de reestructuración de los diferentes sistemas personales en el que los sujetos experimentan continuos cambios.
La dinámica de este proceso es generada por las interacciones los factores biológicos, psicológicos y sociales de los sujetos, las características del entorno socio-cultural y el tiempo o situación histórica de cada generación. Los cambios no van en paralelo sino que ocurren a distintos ritmos.

La adolescencia dentro del ciclo vital es interpretada como una crisis del desarrollo. Es decir se trata de un periodo en el que el sujeto experimenta un conjunto de transformaciones que producen desequilibrios y que conllevan riesgos para su sentido de integridad y también oportunidades para alcanzar un nuevo equilibrio. En tanto implica el ejercicio de un conjunto de roles sociales asociados a ella, la adolescencia es también un fenómeno social. El contexto social a través de las instituciones, roles, prácticas y normas se constituye en una de las principales fuentes de identificaciones que le permiten al adolescente efectuar su proceso de subjetivación. El contexto social provee de significados culturales asociados a la adolescencia y establece la posición que ocupan los sujetos en la estructura social en un momento dado. En la misma sociedad algunas imágenes, valores y significados culturales atribuidos a loa adolescencia y a la juventud se convierten en dominantes y por lo tanto otros grupos sociales se orientan hacia ellos produciéndose lo que se denomina la adolescentizacion de la sociedad. Esto puede observarse en relación a la moda, el cuidado del cuerpo, la prorroga en la asunción de responsabilidades o conductas propias del egocentrismo adolescente.  Por otra parte, los adolescentes como grupo social poseen una serie de normas, códigos rituales prácticas. 

Urbano-Yuni en "Y, no sé... psicologia y cultura de los adolescentes"

lunes, 12 de agosto de 2013

Bienvenidos a este espacio conjunto!

queridos alumnos a lo largo de este cuatrimestre compartiremos a través de este espacio virtual las inquietudes y socializaremos las opiniones junto con los aprendizajes que vamos compartiendo en clases.
La adolescencia es frecuentemente definida como un período de transición entre la niñez y adultez producto de múltiples fuerzas tanto internas (físicas, emocionales y psicológicas) como externas (provenientes de padres, pares, profesores y la sociedad en general).

El adolescente ya no es un niño pero tampoco es todavía un adulto. La ambivalencia del adolescente se refiere a esta dualidad niño- adulto donde por un lado necesita ser querido y protegido y por otro lado desea su independencia y autonomía. Así mismo, coexiste la necesidad de auto dirigirse junto a la sensación de no tener aún claridad sobre qué dirección tomar, el deseo de seguir sus propias inclinaciones y el temor a ser rechazado, y la adquisición de capacidades sexuales sin poseer ninguna experiencia previa.
La escuela, y en especial la figura del docente, ocupaban en la modernidad un lugar primordial. Hoy en día, como lo señala Silvia Bleichamar y los docentes entrevistados, el adolescente no busca el saber que ellos imparten; tienen inquietudes intelectuales, pero no lo manifiestan en la institución escolar, sino que los tienen desplazados hacia otras fuentes de fácil acceso, como internet o la televisión, con el consiguiente riesgo de la pérdida de veracidad y de personalización que, en mayor o menor medida, se da en la institución.
Los futuros docentes a través de la reflexión de los contenidos propuestos iran construyendo su conocimiento, desde una posición activa y autogestiva, que contará con el apoyo  y la coordinación de la docente. A partir del análisis de las perpectivas teoricas enfocadas en esta catedra  puedan  superar  la impresión de cierto desánimo o desesperanza que sienten los alumnos adolescentes, ya que piensan lo aprendido en la escuela media no les servirá a futuro. Quizás esto sea un indicio de la falta de contención en lo académico que ofrece la escuela media.
Sin duda alguna, la escuela tiene que amoldarse al nuevo tiempo que se vive. Pero pareciera que lucha en un mundo posmoderno con estructuras pedagógicas modernas, viejas. La escuela posmoderna debe adaptarse pero sin olvidar sus fines primordiales.
Una de las docentes entrevistada propuso que "la escuela necesita ofrecer espacios de construcción de ideales".
Tenti Fanfani, en concordancia, apunta que la escuela debe abrirse a los intereses, expectativas y conocimientos de los jóvenes y no limitarse a enseñar mecánicamente, sino también a motivar, interesar, movilizar y desarrollar conocimientos significativos y que forme personas y ciudadanos útiles para la vida.

Coincido con Daniela Blanco en que la escuela debe reasumir su responsabilidad en la formación de ciudadanos con espíritu crítico y capacidad de discernimiento. Frente a una sociedad que masifica estructuralmente, que tiende a homogeneizar, se debe tender a desarrollar sujetos autónomos, capaces de descifrar los discursos mediáticos y poder confrontar críticamente con lo que ven y consumen.

Contenidos conceptuales
Bloque temático N°1: Definición y estudio de la Adolescencia
La adolescencia: un fenómeno novedoso para la sociedad y la ciencia- La adolescencia en el ciclo vital- La adolescencia como etapa de vida- Definición y ubicación de la adolescencia: punto de vista cronológico, biológico, antropológico- ¿Cómo se sale de los vínculos de la cultura?.

Bloque temático N°2: Adolescencia fenómeno psico-socio-cultural
 Los duelos del Adolescente : Cuerpo, Padres de la infancia , Rol de la infancia-  Adolescencia e identidad- cambios cognitivos en la Adolescencia- Los procesos cognitivos en la dinámica psicológica de la adolescencia- Adolescencia y familia- tipos de familia-el adolescente y el grupo-l- tribus urbanas, cazadores de identidad: Hippies, Rokeros, Punk, Góticos, Raves, Emos, Floggers- Entre el ser y el parecer- Los adolescentes en la sociedad y en la cultura

Bloque temático N°3: Adolescencia y Juventud
Adolescencia y juventud dos categorías constituidas socialmente- Jóvenes de ayer y jóvenes de hoy: comparación entre generaciones.-La indeterminación del espacio de la juventud-La juventud es signo, pero no sólo signo-De las generaciones de realidad a la realidad de las generaciones-Juventud: ¿una categoría unisex?- Moratorias-Los jóvenes entre la exclusión social y la “cultura de lo fácil”.

Bloque temático N°4:  Teorías de pubertad y adolescencia
Teoría Psicologíca biogenética de Stanley Hall la “recapitulación”. Teoría psicoanalítica del desarrollo: Los mecanismos de de defensa según Ana Freud- independencia y voluntad según Otto Rank- establecimiento de la identidad del yo según E. Ericsson. Teorías socio-culturales: La teoría de Lewin sobre el desarrollo adolescente- El concepto de ansiedad socializada según Alison Davis-  Teorías del desarrollo de Gessell. Patologías de la modernidad y adolescencia-